Con la iniciativa presentada por el Presidente López Obrador, relacionada con la subcontratación de personal, esquema conocido como outsourcing, se puso en el reflector a servicios que contrata el gobierno bajo esta figura, uno de ellos es la limpieza de las oficinas públicas.
Sin duda uno de los sectores en donde más se lucra con los derechos de los trabajadores es este. El personal que labora en estas empresas, en su mayoría de la tercera edad, está contratado bajo las peores condiciones laborales. Recientemente la CONAPRO (Confederación Nacional de Profesionistas y Jóvenes de México), presentó un estudio en donde revela el nombre de las empresas que más abusan de los trabajadores al utilizar esquemas de simulación que afectan directamente sus prestaciones de seguridad social.
Entre estas 50 empresas se encuentran dos grandes contratistas del Gobierno Federal en materia de servicios de limpieza, se trata de OCRAM SEYER y RAPAX. Ambas empresas son agremiadas de la Unión Nacional Independiente de Trabajadores y Empleados de Limpieza (UNITYEL), que encabeza Marco Antonio Reyes Saldívar. Esta organización se ha dedicado a solapar los malos manejos que realizan estas empresas, cuando supuestamente se objetivo es velar por los derechos de los trabajadores.
Vamos a ver si se aprueba esta iniciativa en ambas cámaras, de ser así, se tendrá que poner orden en este sector, empezando por investigar a organizaciones como la UNITYEL, y en particular a su líder, Reyes Saldívar, el cual ha sido señalado en repetidas ocasiones de conflicto de interés y tráfico de influencias.
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