Creador y fundador del Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo”. Tiene la placa número 1 y no aceptó ser secretario general porque su vida siempre fue el mar
Pedro Pablo Cárdenas Basto nació en la isla de Cozumel, Quintana Roo, el 29 de junio de 1945. Sus padres fueron la señora Lidia del Carmen Basto Fernández y el señor Idelfonso Cárdenas Ceballos. Pedro Pablo era hermano de Ricardo, Fidel Carlos, Ramón, Irene, Víctor, Concepción, Yolanda, con apellidos Cárdenas Basto.
A la edad de 14 años se fue a vivir a Isla Mujeres buscando un mejor porvenir económico y llegó a vivir con la señora Blanca Rosa Magaña, la cual era su tía, prima hermana de su papá. De esa forma, en 1955 y conoció a los Magaña, dueños de los barcos “La Novia”, “La Carmita”, y “La Sultana”, que en ese entonces transportaban a los isleños a Puerto Juárez.
Así comenzó su vida entre la isla y el mar, como marinero, en la pesca y haciendo de todo un poco para darse a conocer y ganarse la confianza de los isleños hasta que gracias a su trabajo honrado se hizo amigo de todos. Era un hombre alegre al que le encantaba la guitarra y de vez en cuando se echaba sus palomazos con los trovadores de esa época, como el famoso Tosito Martínez y Virgilio “El Chino” Fernández. Cantaba a toda voz y bailaba con todas porque era muy pizpireto.
A los 26 años ya se había hecho capitán del barco “La Carmita” el cual tripuló –de Isla mujeres a Puerto Juárez– por más de 40 años, hasta su fallecimiento ocurrido el 5 de agosto de 1998.
En Isla Mujeres conoció a la señora Alicia Magaña Castro con quien procreó cuatro hijos varones: Tomás, Fredy, Manuel y Carlos, todos ellos de apellidos Cárdenas Magaña.
Toda su vida la hizo en el mar. Pescaba como hobby para estar con los amigos y pasar juntos un rato. En esos cruces de Isla Mujeres a Puerto Juárez conoció mucha gente, tanto nacional como extranjera, y fue famoso con su apodo: el “Triqui”, alguien lo bautizó con ese nombre y aún no sabemos quién ni por qué, seguimos investigando.
Alegre y pachanguero asistía a las fiestas tanto de Isla Mujeres como de Puerto Juárez, y en uno de esos festejos conoció a Edith Cruz Castillo de quien se enamoró profundamente y luego de unos años de conocerla le propuso matrimonio. La boda se realizó en la ciudad de Mérida, Yucatán, el 30 de agosto de 1966, unión de la nacieron cinco hijos: Fanny, Arminda, Pedro, Mariela y Karla Cárdenas Cruz.
Llegó a poblar Puerto Juárez, antes llamado Tan Tanché (profundo pozo) nombre con el que se le conocía en 1954 y del cual sólo había un dueño, don Gasparito Tuz. Ya casado con Edith Cruz a los dos años de vivir como esposos procrean en 1968 a su primogénita Fanny Cárdenas Cruz, y así todos los demás en el orden anterior.
Cuando llegan a Puerto Juárez en 1966 ya existían familias como primeros pobladores que llegaron en 1964 como la familia de don Manuel Peraza Cupul hoy conocidos como los Peraza, Alonso Loría “don Mordo”, don Gervasio y doña Julia Ramírez, Mariano Sierra, José Moreno dueño del hotel Los Faroles, los Cajunes, y don Eleuterio Gutiérrez.
Las hijas del capitán “Triquis” también eran conocidas como “Las Triquis” y eran las organizadoras de las fiestas y carnavales, junto con su mamá, y de todos los jóvenes hijos de los antiguos pobladores de Puerto Juárez, lugar en el que no sólo se respiraba aire puro sino también tranquilidad y hermandad.
En 1968 de tantos amigos algunos fieles y otros sólo de pachanga, a los que conoció ya viviendo en este maravilloso lugar, se unieron a él cuando propuso crear un sindicato de taxistas, pues se percató de que hacía falta el transporte para el turismo que llegaba a Puerto Juárez y eran horas de espera para tomar un transporte.
Analizando que el turismo pedía transporte para ir a Playa del Carmen, Puerto Morelos y Mérida, entre otros lugares, pensó por qué no crear un grupo de choferes con carro para transportar al turismo. Al mismo tiempo se dijo: bueno, si Cancún va a crecer por qué no mejor hacer un sindicato de taxistas. En entonces cuando se lo platica a don José Moreno, dueño del hotel Los Faroles, y éste lo asesora en algunas cuestiones pero no participa porque no le interesó ya que él tenía otros planes.
Pedro Pablo invita a don Pablo Pacheco Mendoza quien en ese año era subdelegado de gobierno, a David Pastrana Villanueva, Eleuterio Gutiérrez, Gervasio Ramírez, Félix Caamal, habitantes y visitantes del lugar, en conjunto todos ellos se dan a la tarea de iniciar los trámites y todo para lanzar el sindicato de taxistas.
Lamentablemente algunos cancelaron su participación porque había otra persona que les había fallado y que figuraba al frente de todos los trámites y del movimiento. Gente como Eleuterio Gutiérrez y Félix Caamal desistieron pero “Triqui” insistió en llevar las cosas hasta su culminación y así continuaron, incluso realizando las asambleas en su misma casa, y en un lapso de tres a cinco meses presentaron la documentación a don Pablo Pacheco Mendoza, quien seguía como subdelegado en el periodo del gobernador Javier Rojo Gómez.
Un día llegaron a la oficina de don Pablo Pacheco que se encontraba en Puerto Juárez, en la escuela primaria que había frente a la Marina (mismo lugar donde se encuentra la de ahora pero con otra fachada). Presentaron los documentos para que les diera el visto bueno, don Pablo los leyó y los felicitó porque ya habían logrado bastante y les dijo: Les voy a firmar y a sellar para que esto tenga validez. Sólo les falta el documento de Conciliación y Arbitraje”, a lo que ellos respondieron: Aquí está, firmado y sellado por Mario Ramírez Canul quién era el titular de Conciliación y Arbitraje de ese entonces. Don Pablo Pacheco al darse cuenta que tenían todo en regla los volvió a felicitar por lo mucho que ya habían avanzado.
Para esto ya se habían integrado nuevos personajes como Diego Aguilar, Fernando Zapata, Sergio Góngora Bobadilla, Eliodoro Díaz Aguilar, los hermanos Jorge y Fernando Muñoz, y Nivardo Fernández, más los que ya estaban como Pedro Pablo Cárdenas, David Pastrana Villanueva. A ellos se unió Bernardo Ramírez hijo de Gervasio Ramírez que ya pertenecía al grupo.
Pedro Pablo y su esposa Edith Cruz Castillo, tenían en ese entonces un restaurante de mariscos llamado “La Perla del Caribe” que se abrió al público entre 1968 y 1969. El local de la marisquería sirvió para que ahí se realizaran las asambleas y fue entonces que ya podía verse un imperio de taxistas fundadores, teniendo a Pedro Pablo Cárdenas Basto como su creador y fundador.
Con el correr del tiempo continuaban dándose las cosas positivas, seguían las asambleas y Edith Cruz Castillo preparaba bocadillos y ofrecía refrescos a los asistentes que ya eran un gremio y así sucedieron las cosas hasta que en Puerto Juárez, Quintana Roo, perteneciente a la cuarta delegación de gobierno del territorio, en 1972 se creó el Sindicato de Choferes Taxistas y similares del Caribe “Andrés Quintana Roo”, registro número 48, estatutos del sindicato aprobados en asamblea general, siendo sus integrantes las siguientes personas:
Pedro Pablo Cárdenas, Diego Aguilar, Fernando Zapata, Sergio Góngora Bobadilla, Eliodoro Díaz Aguilar, Jorge Muñoz Denis, Fernando Muñoz Denis, Nivardo Fernández Suaste, David Villanueva Pastrana, y se unió Bernardo Ramírez, Ernesto Gómez Morales Miguel Vargas, Higinio Rejón, Wilberth Miranda, Santiago Gabourel, AlfonsoAragón, Ramón Montoya, Tomasa Villanueva, Leopoldo Fernández, Marcos Gabourel, Diego Aguilar Llanes, Pedro Fortunato Díaz, Viauney Sanchez, Santiago Rejón, Fernando Zapata.
Por mayoría de votos todos dijeron que por ser Pedro Pablo el autor de esta idea se le diera la placa no 1 y así se dividieron las demás en el orden que entraron y merecían.
“Triquis” también fue el primer secretario general del sindicato pero el renunció a este puesto porque no se hallaba sentado en un escritorio extrañando su mar y su barco.
Hasta el día de hoy no se sabe quién ni por qué motivos lo bautizó como “Triqui”.
LIDIA MARIELA CÁRDENAS (YO)
Tenía ocho meses de nacida cuando se creó el sindicato y recuerdo –a los 6 años de edad– que todavía se realizaban las asambleas en mi casa. Aún tengo presentes ciertos rostros que puedo identificar como grandes amigos de mi papá, que era muy trabajador, muy cariñoso, y en las reuniones familiares él era quien iniciaba con los chistes. Cuando se le festejaba su cumpleaños terminaba bailando el jarabe tapatío con su hija Fanny y su sobrina Pily que venía desde Houston, Texas… Yo le bailaba el “Pichito Moroso” porque a él le gustaba ver a sus hijas danzar desde chiquitas y aplaudía todo lo que hacíamos.
Era un gran bailador y cantante, creador que cosas para otros pero su vida era el barco y el mar y una vez que logró formar el sindicato de taxistas regresó de lleno a su labor marinera pues ya podía ver con gusto que el turismo se transportaba en taxis, pero esto le llevó cuatro años de su vida.
Todos en el puerto lo saludaban con la frase “qué pasó Triqui, qué dice mi Triqui” y el contestaba: “¡Heeey que pasó muñeco o muñeca!”. Su vida era su barco. A las 6 de la mañana era su primera salida Isla Mujeres-Puerto Juárez, en cada llegada se iba a su casa a comer y a tomarse una limonada que siempre pedía bien fría y sin azúcar. Conmigo y con mi hermano Pedro se sentaba a contarnos chistes y a preguntarnos cómo nos iba en la escuela, y mientras yo le rascaba la espalda, Pedro le preparaba su limonada y mi mamá su comida. Eso era todos los días y convivíamos momentos bonitos con un hombre de muchas ocupaciones. Su palabra para cuando algo le salía mal “ba’tobken” que en maya significa “no me friegues”.
Pedro Pablo vivió muchos años con la enfermedad de la diabetes, pero no murió de eso. El 5 de agosto del año 1998 salió en la mañana a comer un helado y comiéndolo le dio un infarto. Falleció a la edad de 68 años. Fue sepultado en Isla Mujeres junto a su madre.